Los seres humanos nos diferenciamos de los animales porque podemos actuar libremente. Si hay algo que nos define, claramente es la libertad que podemos ejercer a lo largo de nuestra existencia, la cual constituye una responsabilidad, ya que cada uno de nuestros actos está atravesado por una decisión que nosotros elegimos adoptar. Es preciso destacar que, estas decisiones están limitadas por el contexto en el que vivimos, el cual genera una estructura que nos enfrenta a determinadas situaciones y nos provee determinados recursos, pero no de otros. El sistema democrático debe buscar ampliar el margen de acción de los individuos, garantizando sus libertades y derechos.
A partir del debate filosófico que abre la cuestión del ejercicio de la libertad, como constitución del ser, observaremos en el siguiente capítulo cuáles son las problemáticas y limitaciones que el sistema económico construye sobre nuestro campo de acción.
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